Definición de fraude alimentario
El fraude alimentario es una práctica en la que los alimentos entregados al consumidor no cumplen con las características descritas en su empaquetado, pudiendo contener ingredientes no declarados u otros elementos adulterados.
Se trata de una acción intencional que está penada por la ley y representa una amenaza para la cadena alimentaria. La prevención de este tipo de fraude es fundamental para garantizar la seguridad y confianza de los consumidores. Se trata de un problema que la industria debe intentar atacar para evitar tanto las consecuencias para las empresas en particular como para la reputación de un producto o sector.
Food defense: protegiendo la cadena alimentaria
Un concepto relacionado con el fraude alimentario es el food defense. El food defense engloba las estrategias y actividades implementadas por la industria alimentaria para defenderse de acciones intencionadas que puedan dañar la cadena alimentaria.
Este enfoque se centra en proteger la marca y garantizar la integridad de los productos entregados al consumidor. Algunas amenazas incluyen acciones de grupos malintencionados que buscan dañar la reputación o la salud de los consumidores.
Ambos son conceptos relativamente nuevos y necesitan de equipos multidisciplinarios para crear estrategias para prevenirlos pero las medidas y acciones que se aplican son diferentes.
Casos históricos de fraude alimentario
El fraude alimentario existe desde el inicio de la actividad comercial, ya que unos de los primeros productos con los que se comerció fueron insumos (alimentos). Ha habido diferentes casos importantes a lo largo de la historia y muchos de ellos sirvieron en su momento para concienciar y elaborar legislación alrededor de ellos.
Un ejemplo claro es el de la carne enlatada en Estados Unidos hace más de 100 años que llevó al país a comenzar a asignar médicos veterinarios en las plantas de producción y llevar el control de la salud de los animales de consumo humano.
Caso del aceite de colza mezclado en España (años 70)
En los años 70 hubo un caso muy conocido en España: la mezcla de aceite de oliva con aceite de colza. Este fue un caso bastante grave también que provocó muertes y marcó un antes y un después en las medidas de control en el consumo humano.
Estos casos resaltan la importancia de implementar medidas de control e inspección para garantizar la seguridad de los alimentos.
Caso de la melamina en leche en polvo en China (2008)
El caso de la leche en polvo en China fue bastante grave, particularmente por el público al que afectó ya que eran niños. En concreto, hubo 200 afectados y 6 muertos.
Este escandaloso caso involucró la adición intencional de melamina en leche infantil para aparentar un mayor nivel proteico. La cantidad de melamina era 500 veces superior al límite permitido.
Este caso causó una gran pérdida de confianza en el mercado de leche chino, afectando la exportación y el consumo de productos lácteos.
Paradigma actual de fraude alimentario
A lo largo de la historia ha habido muchos cambios con respecto a la prevención del fraude alimentario. Las instituciones están en búsqueda constante de nuevas medidas para prevenirlo según este va evolucionando: controles, inspecciones, tecnología, etc.
La tecnología ha jugado un papel clave en la prevención del fraude alimentario. La trazabilidad se ha vuelto esencial en u a cadena alimentaria cada vez más extendida, permitiendo conocer el origen, transporte y controles de las materias primas. Además, se utilizan análisis y pruebas para verificar la autenticidad de los ingredientes y materiales de empaque.
Otro asunto de prevención importante es la gestión de proveedores: auditorías a los proveedores (la tecnología permite hacer auditorías remotas), certificaciones internacionales, listados de proveedores certificados, información sobre fraudes recopilada en diferentes plataformas, noticias internacionales.
La tecnología también nos ayuda con análisis de materias primas para comprobar la veracidad, etc. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el fraude alimentario está en constante evolución y al mismo tiempo que encontramos una nueva manera de prevenir el fraude se generan nuevas formas de hacerlo.
Cómo prevenir el fraude alimentario
Algunos consejos para prevenir el fraude alimentario son:
- Estudio de vulnerabilidad: Realizar un análisis para identificar posibles vulnerabilidades en las cadenas alimentarias y elegir proveedores confiables teniendo en cuenta su desempeño, su historial y el país de origen.
- Sistema de trazabilidad: Implementar un sistema que permita seguir el rastro de los alimentos desde su origen hasta el consumidor final, garantizando su seguridad. De dónde vienen las materias primas, cómo se transportan, dónde se detienen, etc.
- Pruebas internas: Realizar pruebas al momento de recibir las materias primas o los materiales de embalaje para verificar su autenticidad y calidad.
- Conocimiento de proveedores: Desarrollar relaciones cercanas y confiables con los proveedores para reducir el riesgo de fraude. En el caso de las empresas grandes es incluso recomendable desarrollar su propia cadena alimentaria.
- Cultura de inocuidad alimentaria: Fomentar una cultura dentro de la empresa que valore la importancia de garantizar la seguridad y calidad de los alimentos. De ese modo, los empleados entenderán que cada acción que se lleva a cabo, por más irrelevante que parezca, tiene un impacto importante en la salud de las personas.
Si nos centramos en la gestión de la calidad de las PYMES y su prevención de fraude alimentario, aunque pueda parecer que tienen más dificultades para identificar y prevenir el fraude alimentario, hay algunos consejos específicos que pueden aplicar:
- Involucrar a toda la empresa: En las PYMES a menudo los equipos no son tan grandes. Por eso, se recomienda involucrar a todos los equipos que puedan estar implicados: compras, logística, calidad, el área legal, etc.
- Apoyarse en entes gubernamentales que puedan proporciona ayuda tanto en el asesoramiento técnico (consultoría) como de seguridad (cibernética, por ejemplo), etc.
- Formar a los empleados: No es suficiente con que el empleado de calidad conozca la importancia de la seguridad alimentaria, debe verse acompañado para poder llegar a las mejores conclusiones y aplicar las mejores medidas.
Futuro del fraude alimentario
El fraude alimentario seguirá evolucionando, por lo que la investigación debe enfocarse en acortar los tiempos de respuesta para detectar nuevas formas de fraude. Además, la creación de relaciones más confiables en las cadenas de suministro y el uso de tecnologías como blockchain para una mayor seguridad y trazabilidad son desafíos importantes para el futuro.
En conclusión, la prevención del fraude alimentario es esencial para garantizar la confianza del consumidor y la integridad de la cadena alimentaria. La colaboración entre la industria, las autoridades y los consumidores, así como la implementación de tecnologías avanzadas, son fundamentales para enfrentar este desafío en constante evolución.
¿Te interesa saber más sobre este tema? Mira la entrevista con Nancy Yánez, consultora de inocuidad alimentaria:
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