fraude aceite de oliva

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Fraude aceite de oliva

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El fraude alimentario es una práctica que, desafortunadamente, ha existido desde siempre en la historia del comercio y seguirá reinventándose para existir. Sin embargo, en los últimos meses hemos observado el fenómeno del fraude del aceite de oliva, un producto icónico de la gastronomía española.

Ha habido varias ocasiones en estos últimos meses en que la Guardia Civil ha intervenido lotes de aceite que se vendían como aceite de oliva virgen extra siendo mezclas con otras grasas de aceite vegetal junto con aceites de oliva refinados La investigación comenzó a raíz de una alerta sanitaria de la AESAN sobre irregularidades por falta de trazabilidad fiable y de garantías sanitarias en algunas marcas.. Más de diez marcas de aceite de oliva investigadas por organismos como la Consejería de Salud y Consumo.

Hace unos meses ya hablamos en nuestro blog sobre el fenómeno del fraude alimentario así como en la entrevista con Nancy Yánez. Sobre su historia, por qué se producía y cómo intentar evitarlo.

Razones del aumento del fraude del aceite de oliva

En el caso concreto del fraude del aceite de oliva las razones pueden ser las siguientes:

  • Beneficios económicos: la razón más obvia debido a la popularidad del producto tanto en el mercado nacional como internacional. Además, se trata de un producto de precio elevado por lo que el beneficio puede ser mayor.
  • Alta demanda: España es líder mundial en superficie, producción y comercialización del conocido como «oro líquido». La demanda del producto es alta tanto en España como fuera.
  • Escasez: En los últimos años la producción ha sido menor debido a diferentes razones como las condiciones climatológicas o plagas por lo que se ha producido un fenómeno de escasez del mismo. Esta mala cosecha se ha unido con el incremento del precio del material como fertilizantes o combustibles, resultando en una situación de vulnerabilidad extrema.
  • Dificultad de detección: en la mayoría de ocasiones, el fraude del aceite de oliva se produce por la mezcla de aceite de oliva virgen extra con otros de menor calidad. Esto es difícil de detectar tanto a simple vista como a través de análisis básicos.
  • Falta de legislación: la clave para detectar un caso de fraude alimentario es siempre la actuación conjunta entre las autoridades y el sector. La trazabilidad del aceite es una herramienta esencial en este proceso que, sin embargo, no es tan común como debería. En España está prohibida la elaboración de esta mezcla de aceites, pero no su venta. Asimismo, la producción de esta mezcla de aceites no está prohibida en otros países por lo que se producen envases con aceite de oliva mezclado, por ejemplo, con aceite de girasol. Muchas organizaciones como la UPA ya está luchando para que esto cambie.
  • Rentabilidad: se trata de un delito lucrativo y donde, en la mayoría de ocasiones, los beneficios superna los riesgos percibidos. A menos que usen aceites de uso no alimentario el riesgo de la seguridad alimentaria para el consumidor final es mínimo en comparación con otros casos de fraude alimentario notorios en la historia como el de la leche en polvo para bebés, por ejemplo.

Efectos del fraude del aceite de oliva

Los efectos negativos del fraude del aceite de oliva son muchos, tanto para el consumidor como para los productores y la industria alimentaria en general.

Para empezar, un efecto negativo que a menudo no se tiene en cuenta es la pérdida de la reputación no solo de la marca o el productor en concreto sino de la industria del aceite de oliva en general, del producto en específico y, en mayor medida, de la «marca España» en el mercado internacional.

La confianza del consumidor es un activo que quizás no sea tan fácil de valorar económicamente pero que, sin embargo, tiene un valor incalculable. En la actualidad la confianza del consumidor está en un momento bastante frágil debido a las constantes crisis económicas y la mala prensa.

Otros efectos negativos podrían llegar a ser efectos en la salud de los consumidores en el caso de que el aceite resultante fuese de mala calidad. En cuanto al producto, el efecto podría llegar a ser un deterioro en el consumo de forma gradual. Las razones pueden ir desde la desconfianza del consumidor, los retailers e incluso debido a una percepción de baja calidad que resulte en la preferencia por otras calidades del mismo producto. En el primer trimestre del año el consumo cayó en un 30%.

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