La calidad de los alimentos puede entenderse desde puntos de vista muy diferentes. Existe, por ejemplo, la calidad nutricional que es relativa al aporte de compuestos saludables que tiene un alimento y que nos ayuda a mejorar nuestra salud. Por otro lado, la calidad tecnológica también comprende aquellos aspectos clave que se relacionan con los procesos de elaboración que ha sufrido un alimento en la industria alimentaria, y cuya relación con los niveles de exigencia alcanzados por la empresa productora resulta indispensable.
Adicionalmente, también podemos hablar de calidad organoléptica para referirnos al sabor, aroma, color o textura de los alimentos, así como al índice de satisfacción al que se adhieren los consumidores tras su compra e ingesta. Pero, ¿a qué nos referimos cuando citamos los alimentos de calidad diferenciada? ¿Qué quiere decir este término?
Qué son los alimentos de calidad diferenciada
Los alimentos de calidad diferenciada son aquellos que se rigen por una serie de particularidades únicas que los definen y diferencian del resto de alimentos. Además, los alimentos de calidad diferenciada cuentan con legislación europea que los apoyan y validan a través de registros oficiales. Estos requisitos legales de calidad suelen ser superiores a aquellos exigidos a los alimentos convencionales en algunos aspectos.
Podemos entender la calidad diferenciada como el conjunto de características peculiares y específicas de un alimento relativas al origen de las materias primas utilizadas (donde entran en juego los sellos de calidad alimentaria) y/o a los procedimientos de elaboración. Por supuesto, su implementación tiene un carácter completamente voluntario, y solamente aplica a aquellos productos que se inscriben mediante registro de la Unión Europea para garantizar la propiedad intelectual.
Tipos de alimentos de calidad diferenciada
Principalmente, existen tres sellos que se utilizan de forma habitual en algunos alimentos de calidad diferenciada. Esta distinción se otorga mediante un diagrama visual de fácil identificación a través del etiquetado alimentario.
- Denominación de Origen Protegida (DOP): se refiere a aquellos productos cuya calidad se debe al medio geográfico concreto donde se ha producido, incluyendo sus factores naturales y humanos. Sus etapas de producción, transformación y elaboración deben realizarse íntegramente en la localización que les otorga su identidad. Ejemplo: DOP Pera de Jumilla.
- Indicación Geográfica Protegida (IGP): se refiere a aquellos productos que poseen alguna cualidad determinada o característica que puede atribuirse a un origen geográfico. La diferencia con la DOP es que en este caso basta con que una de las etapas de producción, transformación o elaboración se realice en la zona geográfica correspondiente. Ejemplo: IGP Plátano de Canarias.
- Especialidad Tradicional Garantizada (ETG): por último, encontramos a aquellos alimentos con rasgos específicos diferenciadores con respecto a otros alimentos dentro de su misma categoría que se producen a partir de materias primas tradicionales o utilizando procesos que también se adhieren a las prácticas tradicionales. Ejemplo: ETG Jamón Serrano.
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