SCIRI

Contenidos

SCIRI: así funciona en la industria alimentaria

SCIRI

El control de la seguridad en la industria alimentaria permite que los consumidores adquiramos alimentos sin riesgos en distintos establecimientos como supermercados. Sin embargo, el riesgo cero no existe en la industria alimentaria.

En ocasiones pueden surgir imprevistos o errores durante la fabricación de alimentos que lleven a retirar los productos del mercado para evitar intoxicaciones alimentarias —o una crisis sanitaria en el peor de los casos. De esta forma, existen mecanismos de alerta como SCIRI que permiten incrementar la eficacia de los distintos procesos basados en la trazabilidad.

Qué es SCIRI

El Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información en la Industria Alimentaria (SCIRI) sirve como apoyo en el control de la calidad y seguridad alimentaria, aportando una red de alertas en todo el territorio español. Está regulado legalmente por el artículo 25 de la Ley 17/2011 de 5 de julio de seguridad alimentaria y nutrición en España y los artículos del 50 al 52 del Reglamento 178/2002 de la Unión Europea.

En este sentido, SCIRI se trata de un pilar fundamental para la seguridad alimentaria por estos motivos:

  1. Permite poner en conocimiento de las autoridades sanitarias de las distintas comunidades autónomas, así como operadores de la industria alimentaria, los diferentes problemas que pueden surgir, comprometiendo la salud de los consumidores. SCIRI es, de esta forma, una herramienta más que utiliza la trazabilidad como eje de su funcionamiento.
  2. SCIRI se encuentra integrada en otros sistemas globales como RASFF en la Unión Europea e INFOSAN, este último dependiente de la OMS.

Tipos de notificaciones sobre alimentos

Anualmente, se elabora una memoria por parte de AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) dónde se exponen todos los casos y notificaciones identificadas de SCIRI. Dentro de estas directrices se exponen cinco niveles de clasificación para las notificaciones sobre productos alimenticios de SCIRI:

  • Alerta: situaciones donde existe un riesgo para la salud de los consumidores y es necesario actuar rápidamente. Existen dos tipos: grupo I y grupo II. La diferencia entre ellos es que en el grupo I ya hay personas afectadas y la empresa responsable no está tomando medidas para retirar el producto del mercado. Por el contrario, en el grupo II de notificaciones no hay afectados por la alerta y la empresa en cuestión está llevando a cabo una adecuada retirada del producto.
  • Información: no es necesaria una actuación rápida, pero se ha identificado un riesgo emergente que podría llegar al mercado de los países miembros de la Unión Europea.
  • Rechazos: se realizan en frontera. Tienen que ver con productos alimenticios que llegan a países miembros de la Unión Europea pero que no cumplen con sus requisitos mínimos de seguridad para poder ser importados.
  • Novedades: en una escala menor de importancia están las notificaciones de novedades. Hacen referencia a un posible riesgo no confirmado. Quiere decir que por el momento no hay suficientes datos que identifiquen la causa de la intoxicación alimentaria. O bien que se trata de un incidente ocurrido en terceros países ajenos a la Unión Europea de origen incierto.
  • Incumplimientos: en este caso no existe un riesgo directo o indirecto para la salud de los consumidores. Puede tratarse de algún fallo en el etiquetado que incumpla la legislación vigente en materia de información a los consumidores.

Con lo cual, en cuanto existe un peligro de alerta que afecte a la salud de los consumidores, la SCIRI da la voz de alarma con un sistema trazado y diseñado en forma de red asegurando la inocuidad alimentaria.