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¿Qué es el greenwashing?

Greenwashing es el término que describe la práctica de comunicar de forma engañosa o exagerada las acciones sostenibles de una empresa. Es decir, hacer pasar por sostenibles productos, procesos o marcas que no lo son, o que lo son solo en parte.

El término nace de unir “green” (verde) con “whitewashing” (encubrimiento), y se ha vuelto especialmente relevante en un momento en el que consumidores, inversores y reguladores exigen más transparencia ambiental y social.

El greenwashing no es solo un problema de comunicación: es una amenaza a la confianza y al mercado de la sostenibilidad.

¿Por qué es tan importante evitar el greenwashing?

En el contexto actual, las consecuencias del greenwashing son cada vez mayores:

  • Multas y sanciones: tanto en España como en la UE, las autoridades están intensificando la vigilancia sobre este tipo de prácticas.
  • Pérdida de confianza: la reputación es difícil de construir y muy fácil de perder.
  • Riesgo legal y financiero: un claim ambiental engañoso puede derivar en demandas, retiradas de productos o pérdida de valor bursátil.
  • Impacto en la captación de talento: cada vez más profesionales exigen trabajar en empresas con propósito real.

Evitar el greenwashing no es una opción. Es una obligación estratégica para cualquier empresa que quiera operar a largo plazo.

Tipos de greenwashing más comunes

En el día a día empresarial, hay varias formas sutiles (y no tan sutiles) de caer en el greenwashing. Aquí algunos ejemplos frecuentes:

1. Sostenibilidad sin datos

Afirmar que un producto es “ecológico”, “verde”, “responsable” o “sostenible” sin proporcionar pruebas, datos ni certificaciones que lo respalden.

2. Información parcial o sesgada

Comunicar un logro puntual (por ejemplo, reducir el plástico en un envase) sin explicar el contexto completo o los impactos de otras fases del ciclo de vida del producto.

3. Claims vagos o sin sentido

Usar términos como “natural”, “respetuoso con el planeta” o “eco-friendly” sin explicación, métricas o definiciones concretas.

4. Distracción con causas ajenas

Alinear la marca con causas ambientales o sociales que no tienen conexión real con la actividad principal de la empresa.

5. Uso de imágenes engañosas

Recurrir a paisajes naturales, hojas verdes o tipografía «eco» en productos que no tienen ningún atributo sostenible.

6. Certificaciones falsas o propias

Crear sellos internos sin ningún rigor, validación externa o estándar reconocido.

Ejemplos reales de greenwashing

  • Una aerolínea que afirma ser “neutra en carbono” solo porque compensa emisiones, sin reducir las propias.
  • Una empresa de fast fashion que lanza una colección “consciente” mientras mantiene una producción masiva y opaca.
  • Marcas de agua embotellada que se anuncian como “100% reciclables” sin aclarar que el reciclaje no está garantizado ni gestionado por ellas.

Regulaciones contra el greenwashing en España y Europa

Desde 2023, la Comisión Europea ha reforzado el marco regulatorio para combatir el greenwashing:

  • Directiva sobre Alegaciones Ambientales: obliga a que cualquier claim medioambiental esté respaldado por pruebas científicas y verificables.
  • Reglamento sobre diseño ecológico: establece criterios comunes para productos sostenibles.
  • Ley de Competencia Desleal (España): ya permite sancionar prácticas engañosas relacionadas con la sostenibilidad.

Además, organismos como la CNMC, AECOSAN o las oficinas de consumo autonómicas están reforzando la vigilancia y las inspecciones.

Cómo evitar el greenwashing: principios clave

Para no caer en el greenwashing, es necesario integrar algunos principios básicos en toda la comunicación y estrategia de sostenibilidad.

1. Transparencia radical

  • Explica qué haces, cómo lo haces y qué limitaciones tienes.
  • No maquilles los datos: muestra también lo que está en proceso o aún no has logrado.
  • Si estás comenzando, dilo. Si estás en transición, explícalo.

2. Rigurosidad técnica

  • Basa cualquier afirmación en datos reales, trazables y verificables.
  • Utiliza metodologías reconocidas (como el Análisis de Ciclo de Vida o el cálculo de huella de carbono).
  • Evita términos absolutos como “100% sostenible” o “impacto cero”.

3. Trazabilidad y evidencia

  • Muestra el origen de los datos.
  • Utiliza herramientas que permitan trazar el impacto de cada producto.
  • Incluye fuentes, informes técnicos o auditorías externas.

4. Coherencia entre el decir y el hacer

  • No puedes comunicar sostenibilidad si no la aplicas en todas tus áreas: proveedores, energía, logística, marketing, etc.
  • Asegura que las decisiones de negocio están alineadas con los valores sostenibles que promueves.

5. Validación externa

  • Utiliza certificaciones independientes y estándares reconocidos.
  • Evita crear tus propios sellos sin criterio técnico.
  • Si estás en proceso de certificación, explícalo claramente.

Checklist: ¿puede tu claim considerarse greenwashing?

Antes de lanzar cualquier mensaje de sostenibilidad, valida esto:

  • ¿Tienes datos verificables que respalden la afirmación?
  • ¿Estás usando métricas y estándares conocidos?
  • ¿Hay revisión o validación externa?
  • ¿Refleja el mensaje todo el ciclo de vida del producto?
  • ¿Es coherente con la estrategia global de la empresa?
  • ¿Estás contando también lo que aún no haces bien?

Si la respuesta es «no» en cualquiera de estas preguntas, replantéalo.

Cómo comunicar sostenibilidad sin caer en el greenwashing

1. Usa lenguaje preciso y medible

En lugar de decir:

“Nuestro producto es ecológico”

Di:

“Este envase reduce en un 60% el uso de plástico frente al modelo anterior, validado mediante ACV por un tercero independiente”

2. Incluye contexto y limitaciones

Ser honesto genera más credibilidad que exagerar. Ejemplo:

“Aunque todavía no hemos logrado eliminar los envases plásticos, estamos probando soluciones compostables en tres líneas de producto y esperamos escalar en 2025”

3. Apuesta por la narrativa de mejora continua

La sostenibilidad es un camino. Comunicar el proceso, las fases, los retos y avances reales tiene más valor que anunciar logros aislados.

4. Apóyate en herramientas de trazabilidad

Usar software como Trazable LifeCycle permite integrar datos ambientales de forma automática y crear reportes sostenibles trazables, verificables y auditables.

Eso refuerza la credibilidad y reduce el riesgo reputacional.

Herramienta recomendada: Trazable LifeCycle

Trazable ayuda a las empresas a:

  • Calcular y reducir su huella de carbono de producto.
  • Trazar datos ESG en toda la cadena de suministro.
  • Cumplir con la normativa y evitar claims sin respaldo.
  • Generar documentación para informes y auditorías de sostenibilidad.

Usar Trazable no solo mejora los procesos internos, sino que permite comunicar con seguridad y evitar el greenwashing desde el diseño del producto.

Qué piden los consumidores y reguladores hoy

Las expectativas han cambiado:

  • El consumidor exige honestidad, datos y coherencia.
  • Los reguladores piden evidencias, no slogans.
  • Los inversores buscan impacto real, no marketing verde.

Y la única forma de responder a todos ellos es con transparencia, trazabilidad y compromiso real.