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¿Por qué medir el Alcance 3 es ineludible en alimentación?
El Alcance 3 no es una moda ni una opción. En el sector agroalimentario, entre el 70% y el 90% del total de emisiones de una empresa provienen del Alcance 3, es decir, emisiones indirectas que ocurren fuera de tus instalaciones: en proveedores, transporte, uso del producto o su fin de vida.
Medir solo el Alcance 1 (emisiones directas) y el Alcance 2 (electricidad) es como ver solo la punta del iceberg. Y esto tiene consecuencias:
- Costes ocultos: sin visibilidad sobre tu cadena, no puedes optimizar.
- Pérdida de competitividad: clientes como grandes retailers ya lo exigen.
- Multas o exclusiones: la normativa CSRD obligará a reportar emisiones.
- Reputación vulnerable: ¿puedes comunicar sostenibilidad sin datos sólidos?
Además, medir el Alcance 3 te permite:
- Identificar oportunidades de ahorro y eficiencia.
- Compararte con benchmarks del sector.
- Empezar un camino real hacia la descarbonización.
Es complejo, sí. Pero no medirlo es aún más costoso, te dejamos el video de Pablo explicándolo por si eres de los que prefieres video.
Índice de contenidos
- ¿Qué son el Alcance 1, 2 y 3?
- Por qué el Alcance 3 es crítico en alimentación
- Las 15 categorías explicadas con criterio y ejemplos
- ¿Por dónde empezar? Estrategia de cálculo progresiva
- Recursos, herramientas y siguientes pasos
1. ¿Qué son el Alcance 1, 2 y 3?
- Alcance 1: emisiones directas bajo tu control (hornos, calderas, flota propia).
- Alcance 2: emisiones indirectas por la electricidad o energía comprada.
- Alcance 3: todas las demás emisiones indirectas a lo largo de tu cadena de valor, aguas arriba (proveedores) y aguas abajo (clientes, uso, fin de vida).
2. Por qué el Alcance 3 es crítico en agroalimentario
Tu planta puede estar electrificada y usar placas solares. Pero si tu harina viene de un cultivo intensivo fertilizado con nitrógeno y transportado 1.500 km en camión refrigerado, tu impacto real sigue siendo muy alto.
En agroalimentación, los focos de emisiones más relevantes están en:
- Materias primas agrícolas (cultivo, fertilizantes, agua).
- Transporte refrigerado (tanto de entrada como de salida).
- Uso energético por parte del consumidor (cocción, refrigeración).
- Envases no reciclables o mal gestionados tras su uso.
Si no lo mides, no lo puedes reducir. Si no lo reduces, quedas fuera del mercado.
3. Las 15 categorías del Alcance 3 en agroalimentación (con ejemplos y enfoque práctico)
El GHG Protocol (Greenhouse Gas Protocol) es el estándar más reconocido a nivel internacional para contabilizar y reportar emisiones de gases de efecto invernadero. Ha sido desarrollado por el World Resources Institute (WRI) y el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), y es utilizado por miles de organizaciones en todo el mundo para medir su huella de carbono de forma estructurada y comparable.
Este protocolo define de manera clara cómo categorizar las emisiones en Alcance 1, 2 y 3, y desglosa el Alcance 3 en 15 categorías bien definidas. Esta estructura no solo facilita el cálculo paso a paso, sino que permite establecer prioridades, trazar estrategias de reducción y cumplir con requisitos regulatorios como el CSRD o el SBTi.
En el sector agroalimentario, muchas de estas categorías adquieren una relevancia especial por la complejidad de la cadena de suministro, la logística refrigerada o los hábitos de consumo asociados a los productos.
Cada categoría representa una parte específica del ciclo de vida del producto o de las operaciones de la empresa. Conocerlas a fondo es clave para:
- Identificar dónde está el mayor impacto.
- Priorizar esfuerzos de medición y reducción.
- Reportar de forma transparente y alineada con estándares internacionales.
A continuación, te explicamos cada una con detalle, ejemplos concretos del sector y recomendaciones prácticas para su cálculo.
El GHG Protocol define 15 categorías dentro del Alcance 3 que permiten estructurar el análisis de emisiones de forma clara y comparable. En el sector agroalimentario, muchas de estas categorías adquieren una relevancia especial por la complejidad de la cadena de suministro, la logística refrigerada o los hábitos de consumo asociados a los productos.
Cada categoría representa una parte específica del ciclo de vida del producto o de las operaciones de la empresa. Conocerlas a fondo es clave para:
- Identificar dónde está el mayor impacto.
- Priorizar esfuerzos de medición y reducción.
- Reportar de forma transparente y alineada con estándares internacionales.
A continuación, te explicamos cada una con detalle, ejemplos concretos del sector y recomendaciones prácticas para su cálculo.
Categoría 1: Bienes y servicios adquiridos
¿Qué mide? Las emisiones asociadas a los productos y servicios comprados, desde su origen hasta que llegan a tu empresa.
Factores clave: Tipo de cultivo, uso de fertilizantes, consumo de agua, energía en la producción, transporte inicial y certificaciones del proveedor.
Ejemplo agroalimentario: 1 kg de harina implica medir el impacto del trigo, fertilización, cosecha, molienda y transporte.
Cálculo recomendado: Solicitar datos primarios a proveedores o usar bases de datos como Agri-footprint o ecoinvent.
Categoría 2: Bienes de capital
¿Qué mide? Las emisiones derivadas de la fabricación, transporte e instalación de equipos, maquinaria, edificios y otros activos físicos que utiliza la empresa.
Factores clave: Tipo de materiales (acero, plásticos, componentes electrónicos), consumo energético en fabricación, vida útil estimada del activo, transporte hasta la instalación.
Ejemplo agroalimentario: Amasadora industrial utilizada en panadería, desde la extracción de materias primas para fabricar la máquina hasta su ensamblaje y transporte.
Cálculo recomendado: Uso de bases de datos por tipo de equipo y estimación de huella total dividida por su vida útil.
Categoría 3: Actividades relacionadas con energía
¿Qué mide? Las emisiones asociadas a la producción y distribución de energía consumida, como gas, electricidad o vapor, no incluidas en el Alcance 2.
Factores clave: Tipo de fuente energética (renovable o fósil), procesos de extracción, refinado, transporte, pérdidas durante distribución, eficiencia energética del sistema.
Ejemplo agroalimentario: Producción y transporte del gas natural utilizado en calderas de una planta procesadora de alimentos.
Cálculo recomendado: Multiplicar los kWh consumidos por factores de emisión disponibles en bases como DEFRA o los lineamientos del GHG Protocol.
Categoría 4: Transporte y distribución aguas arriba
¿Qué mide? Emisiones derivadas del transporte de bienes adquiridos desde el proveedor hasta las instalaciones de la empresa, incluyendo almacenamiento intermedio si no es propiedad del reportador.
Factores clave: Distancia recorrida, tipo de transporte (carretera, marítimo, aéreo), tipo de combustible, refrigeración durante transporte, peso y volumen de la carga.
Ejemplo agroalimentario: Transporte en camión refrigerado de aceite de oliva desde una almazara en Andalucía hasta una fábrica de conservas en Valladolid.
Cálculo recomendado: Utilizar datos logísticos (distancia, tipo de vehículo, consumo) y multiplicar por factores de emisión por modo de transporte.
Categoría 5: Residuos generados en operaciones
¿Qué mide? Las emisiones derivadas del tratamiento de residuos generados por las actividades operativas de la empresa (excepto aguas residuales).
Factores clave: Tipo de residuo (orgánico, plástico, papel, vidrio), método de tratamiento (vertedero, reciclaje, incineración, compostaje), volumen generado, eficiencia del sistema de recogida.
Ejemplo agroalimentario: Film plástico utilizado para embalar productos que es enviado a vertedero tras su uso.
Cálculo recomendado: Cuantificar el peso por tipo de residuo y aplicar factores de emisión por tipo de tratamiento según base como DEFRA o datos de gestores de residuos.
Categoría 6: Viajes de negocios
¿Qué mide? Las emisiones derivadas de los desplazamientos de empleados por motivos laborales, incluyendo transporte y alojamiento.
Factores clave: Medio de transporte (avión, tren, coche), distancia recorrida, duración de la estancia, eficiencia energética del alojamiento, clase del billete (en caso de vuelos), frecuencia de los viajes.
Ejemplo agroalimentario: Desplazamiento de un responsable de compras a una feria agroalimentaria en París en avión y tres noches en hotel.
Cálculo recomendado: Usar herramientas como la calculadora de ICAO o DEFRA, combinadas con datos internos de viajes y facturación.
Categoría 7: Desplazamientos de empleados
¿Qué mide? Emisiones derivadas de los viajes diarios de los empleados entre sus hogares y el lugar de trabajo.
Factores clave: Medio de transporte utilizado (coche, tren, bicicleta, a pie), distancia recorrida, número de empleados, frecuencia semanal, posibilidad de teletrabajo o transporte compartido.
Ejemplo agroalimentario: 20 empleados acuden diariamente en coche a la planta de producción recorriendo 15 km por trayecto.
Cálculo recomendado: Realizar encuestas internas para estimar distancias y medios de transporte y aplicar factores de emisión por tipo de vehículo.
Categoría 8: Activos arrendados aguas arriba
¿Qué mide? Emisiones derivadas del uso de activos que la empresa arrienda pero que no están bajo su control operativo directo, como oficinas, maquinaria o espacios compartidos.
Factores clave: Tipo de activo, consumo energético asociado (electricidad, climatización, agua), superficie utilizada, intensidad energética del edificio, duración del arrendamiento.
Ejemplo agroalimentario: Oficina alquilada en un coworking con consumo eléctrico compartido durante todo el año.
Cálculo recomendado: Aplicar factores de consumo promedio por m² según la tipología del edificio y estimaciones de ocupación.
Categoría 9: Transporte y distribución aguas abajo
¿Qué mide? Emisiones derivadas del transporte y distribución de productos desde la planta de producción hasta el cliente final, cuando es gestionado por terceros.
Factores clave: Distancia recorrida, tipo de vehículo utilizado, modalidad logística (a temperatura ambiente o refrigerado), frecuencia de entregas, volumen transportado, consolidación de carga.
Ejemplo agroalimentario: Distribución de pan a supermercados mediante una flota subcontratada de camiones refrigerados.
Cálculo recomendado: Recoger datos de operadores logísticos sobre rutas, vehículos y consumo, o aplicar factores por km y tipo de transporte.
Categoría 10: Procesamiento de productos vendidos
¿Qué mide? Emisiones asociadas al procesamiento adicional que realizan terceros sobre tus productos antes de ser consumidos.
Factores clave: Tipo de procesamiento (horneado, cocción, refrigeración), consumo energético, tipo de equipo y energía utilizada, lugar de transformación (retail, horeca).
Ejemplo agroalimentario: Magdalenas que deben ser horneadas por el supermercado antes de venderse al consumidor final.
Cálculo recomendado: Estimar el consumo energético promedio por unidad procesada y multiplicarlo por factores de emisión del país o sector.
Categoría 11: Uso de productos vendidos
¿Qué mide? Emisiones generadas por el consumidor al usar tu producto. Es clave cuando el uso requiere cocción, refrigeración, mezcla u otros procesos energéticos.
Factores clave: Tipo de producto, comportamiento del consumidor, equipos utilizados, duración del uso, fuente energética (electricidad, gas).
Ejemplo agroalimentario: Cocción del arroz por el consumidor final usando vitrocerámica eléctrica.
Cálculo recomendado: Aplicar patrones de uso promedio por país o segmento, cruzados con factores de consumo energético típicos y fuentes energéticas.
Categoría 12: Fin de vida de productos vendidos
¿Qué mide? Las emisiones derivadas de la gestión de residuos del producto y su envase una vez que ha sido consumido.
Factores clave: Tipo de material (plástico, cartón, vidrio, aluminio), tasa de reciclaje del país o región, tratamiento final (reciclaje, vertedero, incineración, compostaje), educación del consumidor.
Ejemplo agroalimentario: Caja de cartón que acompaña al bizcocho y es reciclada por el consumidor tras su uso.
Cálculo recomendado: Aplicar tasas de reciclaje nacionales y factores de emisión por tipo de tratamiento según la tipología del material.
Categoría 13: Activos arrendados aguas abajo
¿Qué mide? Emisiones generadas por el uso de equipos o espacios que tú proporcionas a terceros para que operen en tu nombre (ej. vending, corners, vitrinas).
Factores clave: Tipo de equipo, consumo energético anual, horas de funcionamiento, etiquetado energético, eficiencia del mantenimiento.
Ejemplo agroalimentario: Vitrina refrigerada con productos frescos de tu marca instalada en una gasolinera.
Cálculo recomendado: Estimar el número total de unidades, su consumo promedio anual y aplicar factores de emisión por tipo de energía y eficiencia del equipo.
Categoría 14: Franquicias
¿Qué mide? Emisiones de actividades operadas por terceros bajo tu marca. Aunque no las controles directamente, forman parte de tu huella.
Factores clave: Número de franquicias, consumo energético, logística, compras, generación de residuos, tipo de instalaciones y comportamiento del franquiciado.
Ejemplo agroalimentario: Tienda franquiciada de bollería en Sevilla con horno propio y vitrina refrigerada.
Cálculo recomendado: Obtener datos reales por establecimiento o estimaciones representativas por tipo de franquicia. Usar promedios nacionales si no hay datos.
Categoría 15: Inversiones
¿Qué mide? Emisiones relacionadas con tus inversiones financieras. Esto incluye participaciones, fondos, bonos verdes o capital riesgo.
Factores clave: Tipo de inversión, porcentaje de participación, emisiones reportadas por el fondo o empresa, alineación ESG, sector invertido.
Ejemplo agroalimentario: Participación en un fondo bancario que incluye empresas de agroindustria y reporta sus propias emisiones.
Cálculo recomendado: Multiplicar tu participación proporcional por las emisiones totales reportadas del vehículo financiero.
4. ¿Por dónde empezar? Estrategia de cálculo progresiva
Medir el Alcance 3 de golpe puede ser abrumador. Lo recomendable es aplicar un enfoque progresivo basado en:
1. Materialidad
Identifica qué categorías concentran la mayor parte de tu impacto. En agroalimentario, suele empezar por:
- Categoría 1: materias primas e ingredientes.
- Categoría 4 y 9: transporte refrigerado.
- Categoría 12: fin de vida del envase.
2. Disponibilidad de datos
Prioriza las categorías donde ya tengas información interna o sea fácil acceder a datos de proveedores o socios logísticos.
3. Relevancia para tu negocio
Selecciona también según:
- Qué categorías son más visibles para el consumidor.
- Cuáles puedes mejorar o intervenir con cambios operativos.
4. Nivel de profundidad
No todas las categorías requieren el mismo detalle desde el principio. Empieza con estimaciones (datos secundarios o proxies), y a medida que avances, solicita datos primarios a proveedores o instala sistemas de medición directa.
Herramientas recomendadas:
- Trazable LifeCycle: para trazar y calcular tu huella automáticamente.
- GHG Protocol tools
- DEFRA (factores de emisión UK)
- Ecoinvent, Agri-footprint (bases de datos LCA)
- ICAO, ADEME, GLEC (movilidad y logística)
5. Recursos y próximos pasos
Medir el Alcance 3 no es solo una cuestión de sostenibilidad: es una decisión estratégica. Es lo que diferencia a las empresas que cumplen de las que lideran.
¿Por dónde seguir?
- Define un plan de acción: empieza por las categorías más relevantes.
- Involucra a tus proveedores: sin ellos, no podrás avanzar.
- Integra la medición en tus procesos: no lo veas como un proyecto aislado.
- Comunica tus avances: con datos, no con promesas.
- Aprovecha herramientas como Trazable para automatizar y escalar tu medición.
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