La Comisión Europea ha publicado el reglamento final complementario de la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), estableciendo Normas Europeas para la Elaboración de Informes de Sostenibilidad (ESRS) obligatorias para todas las empresas dentro del ámbito de la CSRD en la Unión Europea. Es crucial que las empresas afectadas comiencen a prepararse de inmediato, ya que algunas tendrán que aplicar las ESRS a partir del 1 de enero de 2024, y la mayoría a partir del 1 de enero de 2025. Adaptarse a los nuevos requisitos de la CSRD y las ESRS no es simple, requiriendo un cambio de paradigma en la gestión de la sostenibilidad y la implementación de un Plan de Transición para abordar los cambios de manera efectiva.
¿Qué es la CSRD?
La Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) entró en vigor el 5 de enero de 2023, ampliando los requisitos de divulgación de información de su predecesora, la Directiva sobre Información No Financiera (NFRD) de 2018. La CSRD extiende su alcance a unas 50.000 entidades de la UE, en comparación con las aproximadamente 11.000 cubiertas por la NFRD. Las entidades afectadas deben incluir información detallada sobre aspectos ambientales (E), sociales (S) y de gobernanza (G) en sus informes de gestión anuales, junto con sus cuentas anuales y para los mismos periodos de información.
La CSRD busca fortalecer los requisitos actuales de la Directiva de la UE sobre información no financiera (NFRD), en línea con el Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS). Estas normas garantizan que inversores y partes interesadas accedan a información crucial para evaluar riesgos de inversión relacionados con el cambio climático y otras cuestiones de sostenibilidad. Además, fomentan una cultura de transparencia en cuanto al impacto ambiental y social de las entidades.
Diferencias entre NFRD y CSRD
La CSRD amplía el alcance de los informes de sostenibilidad más allá de las grandes entidades cotizadas, como lo hacía la NFRD (Directiva sobre información no financiera). Bajo la CSRD, las entidades deben cumplir con criterios específicos, como el número de empleados, activos totales y cifra de negocios, para determinar su inclusión. Las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (ESRS) se vuelven obligatorias, exigiendo a las entidades aplicarlas en sus informes anuales de gestión. Esto marca una diferencia significativa en los requisitos de informes de sostenibilidad.
European Sustainability Reporting Standards (ESRS)
Los European Sustainability Reporting Standars (ESRS) o NEIS en castellano, son los estándares europeos que se plantean dentro de la CSRD para el reporte de las empresas. Están dirigidos a configurar una información proporcionada pero exhaustiva de las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. Acaban de ser aprobados a últimos de octubre y ya están integrados en el marco jurídico europeo. Son doce estándares, alineados con GRI y divididos según el siguiente esquema:
- Requisitos generales:
- ESRS 1: Requerimientos generales.
- ESRS 2: Divulgaciones generales.
- Medio ambiente:
- ESRS E1: Clima.
- ESRS E2: Contaminación.
- ESRS E3: Agua y recursos marinos.
- ESRS E4: Biodiversidad y ecosistemas.
- ESRS E5: Uso de recursos y economía circular.
- Social:
- ESRS S1: Mano de obra propia.
- ESRS S2: Trabajadores en la cadena de valor.
- ESRS S3: Comunidades afectadas.
- ESRS S4: Consumidores y usuarios finales.
- Gobernanza:
- ESRS G1: Conducta de negocios.
Adjuntamos la lista de dichos indicadores.
Principio de doble materialidad
Otro de sus puntos clave, es la doble materialidad que impone, financiera y de impacto.
El análisis de materialidad es el proceso por el que una empresa identifica y asigna prioridades a los aspectos de la sostenibilidad que son más importantes y/o tienen más impacto para la empresa y sus grupos de interés.
Doble materialidad significa que al realizar este análisis, las empresas están obligadas a informar de cómo los temas medioambientales y sociales pueden afectar a su operativa y resultados; pero también deben analizar y comunicar el impacto que tiene su actividad sobre las personas y el medio ambiente.
La materialidad es específica de cada empresa, cada empresa es diferente. Aunque hay temas que son comunes a todas las empresas y otros que son sectoriales, al final los temas que son materiales los debe decidir cada empresa. Lo material es una mezcla de aspectos que son regulados, buenas prácticas y otros que la empresa elige específicamente por diversos motivos.
Es importante también que este ejercicio no se quede en una matriz de materialidad sino que a continuación, se debe abrir un proceso de comunicación y negociación con los grupos de interés que lleve a priorizar los asuntos materiales que van a ser más relevantes.