La verificación de informes ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) está experimentando transformaciones significativas de cara a 2025. Estas tendencias reflejan una creciente demanda de transparencia, responsabilidad y sostenibilidad en el ámbito empresarial. A continuación, se detallan las principales tendencias y cambios normativos que marcarán el panorama de la verificación de información ESG en 2025.
1. Implementación de la Directiva CSRD
La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) de la Unión Europea entrará en vigor el 1 de enero de 2025, afectando a las grandes empresas no sujetas previamente a la Directiva sobre divulgación de información no financiera. Estas empresas deberán presentar sus informes de sostenibilidad en 2026, correspondientes al ejercicio 2025. La CSRD amplía el alcance de las empresas obligadas a informar y establece estándares más rigurosos para la divulgación de información no financiera.
2. Mayor énfasis en la verificación externa
Se espera un incremento en la demanda de verificación externa de los informes ESG para garantizar la precisión y credibilidad de la información presentada. Las empresas buscarán certificadoras reconocidas que puedan validar sus datos y procesos, fortaleciendo la confianza de inversores y stakeholders.
3. Integración de tecnologías avanzadas
La adopción de tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain facilitará la recopilación, análisis y verificación de datos ESG. Estas herramientas permitirán una mayor transparencia y eficiencia en los procesos de verificación, reduciendo errores y mejorando la trazabilidad de la información.
4. Enfoque en la cadena de suministro
Las empresas pondrán un mayor énfasis en evaluar y certificar las prácticas ESG de sus proveedores. La sostenibilidad de la cadena de suministro se convertirá en un aspecto crítico, y las organizaciones buscarán garantizar que sus socios comerciales cumplan con estándares ESG establecidos.
5. Alineación con estándares internacionales
Habrá una tendencia hacia la armonización de los informes ESG con estándares internacionales reconocidos, como los establecidos por la Global Reporting Initiative (GRI) y el Sustainability Accounting Standards Board (SASB). Esta alineación facilitará la comparabilidad y consistencia de los informes a nivel global.
6. Incremento en la formación y cualificación profesional
La creciente complejidad de los informes ESG y las nuevas regulaciones impulsarán la demanda de profesionales capacitados en sostenibilidad. Programas de cualificación en finanzas sostenibles y ESG se volverán más comunes, proporcionando a los profesionales las habilidades necesarias para gestionar y reportar información no financiera de manera efectiva.
7. Transparencia y comunicación proactiva
Las empresas adoptarán enfoques más proactivos en la comunicación de sus iniciativas ESG, utilizando informes detallados y estrategias de comunicación para involucrar a los stakeholders y demostrar su compromiso con la sostenibilidad.
Estas tendencias reflejan un entorno empresarial en evolución, donde la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa son fundamentales. Las empresas que se adapten a estos cambios y adopten prácticas ESG sólidas estarán mejor posicionadas para cumplir con las expectativas regulatorias y de mercado en 2025 y más allá.